El “falso cónsul” de Guinea-Bissau, al final no tan falso
Todo un gazapo de la Guardia Civil. RGBDA0002611, es el nº de pasaporte diplomático de Aldo Darío Herchhoren, de nacionalidad española y argentina. Tiene la rúbrica de la ex ministra de exteriores guineana Maria da Conceição Nobre Cabral, y según informe de la Policía Científica, el documento es auténtico. El juzgado de lo penal nº 17 de Madrid ya había ordenado devolvérselo a Herchhoren en una causa anterior iniciada por un particular.
-
La Audiencia Provincial de Madrid ya se pronunció a favor de Herchhoren por una denuncia similar (ver sentencia)
-
El informe de la policía científica de Guadalajara revela que el pasaporte es auténtico (ver informe)
-
El Ministerio de Asuntos Exteriores ya se había dirigido a Herchhoren para visas de sus funcionarios en el país (ver nota)
Bastaba
con que caminaran los apenas 500 metros que separan la Comandancia
de Guadalajara con la Comisaría de esta ciudad, o unos 700 para
los juzgados locales, para darse cuenta que la llamada “Operación
Aldo”
perseguía unos hechos por los que la justicia ya se había
pronunciado… en favor del propio “Aldo”, cuyo nombre
personal ha puesto a prueba la creatividad de la Benemérita a la
hora de denominar sus operativos.
Lunes
15 de junio, el primer dato que tienen en el día es un domicilio
del centro de Guadalajara, pero tras acudir al mismo se dan cuenta
que se han equivocado, ya que la información buscada en internet
que ubicaba a “Aldo” en esa ciudad era de una antigüedad de
más de cuatro años.
Una
nueva pesquisa (esto es, consultar la web del Consulado)
les lleva a los alrededores de la Estación de Chamartín. Son ya
bien entradas las horas de la mañana y un sol que empieza a
calentar. Al menos cuatro efectivos de la Guardia Civil y el
Secretario Judicial se preparan para una estimulante entrada y
registro. El Embajador de Guinea-Bissau ha denunciado que existe
una falsa sede consular de este país, y que tras ella se esconde
una tupida red de complicidades e intereses; los agentes que
entrarán en el humilde chalet de Chamartín lo saben y se
preparan para todo. Van armados y con sus chalecos reflectantes,
más los dos coches.
Llaman
a la puerta, exhibiendo la orden de entrada y registro, y una
formas propias de quien está desarticulando una banda de
narcotraficantes de poca monta. Pero lo que se encuentran es a un
jubilado, sólo, que no ofrece ninguna resistencia y que permite
el paso de los agentes, ávidos de encontrar documentación
probatoria de una estafa de tal magnitud. Pero no encuentran nada
de eso; sólo se llevan algunos papeles con membrete, alguna
documentación de algún ciudadano guineano que ha ido a prorrogar
su pasaporte, un sello y la documentación personal de Darío
Herchhoren, pero nada que esté a la altura de la “Operación
Aldo”, más allá de algunos viejos retratos de Eva Perón de su
Argentina natal, que el agente que filmaba el registro inmortalizó
con su cámara.
Al
llegar al juzgado de Guadalajara y tras unas horas en el calabozo,
Herchhoren expuso las particularidades del tema y los datos de la
sentencia que, por una denuncia y acusación similar, ya había
absuelto a Aldo Darío de estos cargos. El juez lo puso
inmediatamente en libertad, sin ninguna medida cautelar, y se
declaró incompetente en la materia, con lo que pasará
probablemente a un juzgado de Madrid.
¿Puede
un ciudadano argentino o español ser cónsul de Guinea-Bissau?
A
partir de la noticia, filtrada con numerosos errores técnicos del
hecho por parte de la Comandancia de la Guardia Civil de
Guadalajara, podría pensarse en que la “estafa” cometida por
Aldo Darío Herchhoren sería hacerse pasar por cónsul guineano
siendo de otra nacionalidad. Y eso es incorrecto.
España,
por poner un ejemplo, tiene numerosos cónsules honorarios en el
extranjero que son ciudadanos de otros países, a los que se le
concede este cargo como reconocimiento a un acto positivo por el
país o como reconocimiento cultural, económico, deportivo, etc.
En el caso de Guinea-Bissau, esta práctica es bastante común,
por las limitaciones económicas del país y por el coste que
tiene tener un cuerpo diplomático profesional. Como curiosidad y
hasta hace al menos dos años, un importante directivo de la
Fundación del Fútbol Club Barcelona era el cónsul honorario de
este país en la ciudad condal.
Aldo
Darío Herchhoren fue nombrado Cónsul Honorario en 2008 por el
Gobierno de Joao Bernardo “Nino” Vieira, mediante resolución
de la Ministra de Exteriores Maria da Conceição Nobre Cabral en
el que se le adjudicaba el pasaporte diplomático Nº
RGBDA0002611. Su ejecutivo fue disuelto en marzo de 2009 tras un
golpe militar que acabó con la vida de Vieira sumiendo al país
en una enorme inestabilidad durante varios meses y que paralizó a
su administración pública, ya mermada. Eso no implica que los
nombramientos queden anulados, pues la resolución de un
nombramiento solo puede revocarse con otra resolución de cese. No
obstante implicó que se paralizara el trámite del
exequaturdiplomático
ante el gobierno español, quedando el nombramiento en una
situación provisional.
Un
periplo judicial
En
el mes de abril de 2014, la Audiencia Provincial de Madrid
confirmaba la sentencia del Juzgado de lo Penal nº 17, que
absolvió a Aldo Darío Herchhoren de una denuncia similar. Un
particular denunció en 2009 ante la Policía que el Cónsul
estaba usurpando funciones y “estafando”, dado que su nombre
no aparecía en la lista consular del Ministerio de Asuntos
Exteriores español. Tras un largo trámite, los testigos
propuestos por el denunciante terminaron siendo favorables, uno
por uno (tal y como se aprecia en la Sentencia) al propio Aldo, y
el informe de la Policía Científica constató la autenticidad
del documento. Pocas semanas después el juzgado ordenaba la
devolución del pasaporte diplomático y los efectos “incautados”:
el mismo sello y los mismos membretes que ahora decomisó la
Guardia Civil y que vuelven al depósito judicial.
Esta
vez la denuncia la hizo el propio Embajador, Paulo da Silva. Da
Silva fue nombrado Embajador por parte del Gobierno interino de
Manuel Serifo Nhamadjo, que a pesar de su interinidad se mantuvo
durante dos años en el cargo, desde mayo de 2012 hasta junio de
2014, y con rumores de un próximo cese. Además, su oficina
diplomática mantiene también una sección consular que realiza
los mismos trámites para la comunidad guineana, pero con
condiciones muy distintas.
Trato
diferenciado
El
Consulado que dirige Aldo Darío Herchhoren, según su página
web, mantiene congeladas desde 2009 las tasas consulares que se
abonan por los certificados expedidos y renovaciones. Además,
permite que los interesados puedan realizar sus trámites por
correo postal o incluso mediante el uso de la firma digital, lo
que permite a muchos guineanos residentes en España no tener que
desplazarse hasta Madrid; y también brinda asistencia a aquellos
guineanos en situación irregular o inmersos en problemas de
extranjería que lo solicitan. Hasta el propio Ministerio de
Asuntos Exteriores ha solicitado sus visas para misiones de sus
funcionarios en el exterior.
Nada
de eso ocurre en la Sección Consular que dirige Da Silva. Las
tasas consulares no se encuentran normalizadas, lo que permite
cobrar cualquier cifra de dinero por un simple papel, y además
nunca se hacen públicas. El correo electrónico apenas se
atiende; y no existe la asistencia consular a nacionales. Esto
hace que sean la mayoría los que opten por comunicarse con el Sr.
Herchhoren y realizar allí sus trámites, que como ya se afirmó
en el procedimiento abreviado 101/2013, “no puede apreciarse en
ellos ningún obstáculo legal que impida su validez”.
Para
confirmar los “indicios de criminalidad” del Aldo Darío
Herchhoren, la Benemérita recuerda que el detenido “tiene
antecedentes anteriores por estafa”, que hacen referencia a unos
hechos cuya responsabilidad penal y civil se encuentra extinguida
y purgada desde hace más de 15 años. La historia del “peligroso
anciano del pasaporte” se desmorona por tanto en pocas horas y
la Guardia Civil podría haber resuelto com unas simples
comprobaciones telefónicas, y adicionalmente, con algún que otro
fax, todo lo que rodeaba la “Operación Aldo”.
¿Existió
“usurpación de funciones” por parte de Aldo Darío y,
subsidiariamente, una “estafa”?, no, y así lo entendió
también la sala de la Audiencia Provincial de Madrid que se
expidió sobre este asunto. La usurpación de funciones públicas
sería arrogarse un cargo público sin serlo, cosa que como hemos
visto y por la documentación aportada no puede apreciarse. En la
práctica, lo único controvertido en este asunto es la no
tramitación por parte del Gobierno de Guinea-Bissau y en tiempo y
forma del exequatur
que
convalida el nombramiento en territorio español.
Al
final, ni estafa, ni usurpación de funciones.
--
Consulado de la República de
Guinea-Bissau en Madrid.
C/ Rodriguez Jaen 35, Madrid(España) <Metro> Chamartín.
C.P. 28036 - Tfnos:91 323 19 12 y 647 64 38 19
www.mexguibisespanha.es
C/ Rodriguez Jaen 35, Madrid(España) <Metro> Chamartín.
C.P. 28036 - Tfnos:91 323 19 12 y 647 64 38 19
www.mexguibisespanha.es
Sem comentários:
Enviar um comentário